Delinear el cuerpo masculino, atrapar trazo a trazo su desnudez, sus múltiples texturas, sus rincones visibles e incluso los más  recónditos, es la búsqueda actual del quehacer plástico de Renato de la Riva. La desnudez viril rodeada por espacios coloridos, donde lo mismo impera el azul prolongación de la noche que  transcurre o el rosa, crisol de la luminosidad, o en ocasiones  el blanco que reta a la inmensidad del espacio. 

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Un hombre sentado o en cuclillas, un hombre al que le ve el torso o que está en una actitud meditabunda, tal vez confrontando su propia eternidad. 

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El trazo del pintor es contundente, definido y definitivo, mostrando el desplazamiento de la sensualidad que se regodea con el hedonismo. 

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La desnudez en su estado natural, que se torna lirismo desbordante, fuente de energía, símbolo de ese grito primigenio de libertad. 

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Y dentro de esta serie de óleos desnudos, unos cuadros dedicados a Chiapas que rescatan, en cierto modo, a Efigies  prehispánicas que adquieren un nuevo realce al ser metamorfoseadas por el artista, jugando en el contorno con ese rojo-ocre que es a un mismo tiempo, fuego de redención y hálito de vida. Hay también en estos óleos, un espacio que nos habla de soledad e impotencia, así como ese heroísmo que se niega a ser vencido. 

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Y como complemento, a los desnudos, Renato de la Riva nos entrega su serie de óleos, donde el negro es el protagonista,  donde las texturas desafían y logran el equilibrio del Ying y el Yang surcando el vacío. 

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En definitiva, nos encontramos con una obra pictórica que es una brújula a la alquimia de la creatividad prodigiosa e irredenta. 

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Renato de la Riva

The Body: Territory of Hedonism

 

Many of Renato de la Riva’s paintings celebrate the male body, capturing its nudity, its multiple textures, its visible corners and even its most intimate parts, paint stroke by paint stroke. A display of virile nudity surrounded by colorful spaces, a prevalence of blue dissolving into pink…a melting pot of luminosity.

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And then there is the stark whiteness that challenges the immensity of space.

 

A man sitting, a man squatting. A man whose torso is exposed and who is perhaps in a brooding mood, perhaps confronting his own mortality.

 

Renato’s strokes are forceful, defined and definitive, showing a shift of sensuality that exults in hedonism.

 

Nudity in its natural state, which overflows with lyricism and energy, a symbol of the primal cry of freedom. And along with nude oil paintings are images representing Chiapas. They remind one, in a certain way, of prehispanic images. They have acquired though, a new enhancement, a metamorphosis created by the artist. They are immersed in an ocher red silhouette, like a fire of redemption and a breath of life.

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There are also in these oil paintings, elements that speak to us of loneliness and impotence, as well as a heroism that refuses to be defeated.

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Complementing the nudes, de la Riva exhibits a series of oil paintings where black is the protagonist, where the textures challenge and achieve the balance of the Ying and Yang crossing the void.

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In short, we find ourselves with a vivid body of work that is a compass guiding us to the alchemy of immense and uncompromised creativity that is Renato de la Riva.

 

Perla Schwartz

Exhibition in the “Casa de Orizaba” Sala de Espejos

Mexico City, Mexico

March 1999

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